Muchos acontecimientos
transcurridos y poco tiempo para transmitirlos. Intentare ser breve, para no
aburriros, pero lo suficientemente extenso para no dejarme cosas en el tintero.
Empezare como no puede ser de
otra manera con mi visita a Wigan del fin de semana. Aprovechando la cercanía entre
Manchester y Dublín por avión, decidí hacer una visita a Pablo. 7 meses han
pasado desde que nos despedimos, y durante el fin de semana hubo momentos en
los que parecía que nada hubiera cambiado. Fue un gran fin de semana. Empezando
por el Viernes en el que estuvimos arreglando el mundo hasta las 5 de la
mañana.
El Sábado fue diverso. Cerre mi
cuenta del banco Inglesa, con la tarjeta, el numero pin y en menos de 3
minutos. Por la tarde nos fuimos al outlet de Chester y le metimos miedo a la tarjeta,
y cuando cerraron las tiendas, y después de haberlo intentado varias veces,
conseguimos llegar a Chester para visitarlo. La verdad que muy bonito y
tranquilo, pero me gusto mucho un detalle. Igual que el Chepas, hace
Chepireuniones, en Chester hacen Chestivales.
Pero el Sábado no estaba muerto,
y quedaba uno de los momentos mas esperados. Unas cervecitas en el Orwell. Ese
bar es espectacular, y además significa mucho para Pablo y para mí. La charradica
fue antológica, pero más antológico si cabe fue llegar al bar después de 7
meses, y que la camarera sin mediar palabra nos pusiera 2 Calsberg. Cuando
cerraba el Pub nos dirigimos hacia casa, y aunque no había fuerzas ya para
mucho, Pablo me deleito con una tortilla de patata para terminar el día.
El domingo era el día destinado a
la BBQ. Por primera y única vez llegamos antes de que encendieran el fuego, y
aprendimos que las BBQ no se hacen solas. Ver de nuevo a tanta gente que me acogió
con los brazos abiertos y todo el cariño del mundo durante mi estancia allí, le
hace a uno sentirse contento. Ya solo
quedaba volver a mi Isla. Grandísimo.
Siguiendo el repaso de la semana
nos tele transportaremos al martes. Partido de futbol 7 contra 7 en Bushy Park.
No tengo palabras. Qué bonito es volver a hacer deporte. 2 horas jugando en un
partido que acabo 9 a 8, pero que fue vibrante. Ya estoy deseando volver a
repetir.
Así que poco a poco, entre el
trabajo, el cine, el futbol y mis quehaceres diarios estoy empezando a ser
atrapado por esta ciudad, y dejar de sentirme un extraña para sentirme un Irlandés
mas.
Mañana otro gran evento en mi
empresa. Sport Day. Prometo informaros
de todo lo que acontezca en este día. Pero para evento importante el que se
avecina el domingo. Primeros visitantes. Mi mujer, mi hijo y mi Padre. Vienen
los que vienen, pero también me acordare de los que no han podido venir. 8 días
para disfrutar, sobre todo si el tiempo es misericordioso, así que solo diré
una cosa: Gods be good!