Este
fin de semana vino a visitarme Pablo. Compartimos un fin de semana frenético,
pero esta vez en mi isla.
El
viernes llego a las 22.00 al aeropuerto y aunque estábamos los dos bastante
cansados decidimos tomarnos una en Temple Bar antes de ir a casa. Elegimos un
bar que tenia la música lo suficientemente alta para escucharla y lo
suficientemente baja para hablar. Entre canción y canción, tuvimos que tomarnos
4 pintas. Luego ya volvimos a casa, llegando a las 4 a.m. momento en que
cenamos una tortilla de patata con jamón serrano.
El
sábado fue el día de turismo. Hicimos una ruta turística por Dublín, en la que
intente enseñarle los recovecos más entrañables de la ciudad, con las historias
más genuinas de esta ciudad. Creo que pase con nota el examen de guía turístico.
Entre otras, volví a la cárcel, en la que inspeccione los candados y no
entiendo como el carcelero (Unos post anteriores esta la explicación) pudo
dejarnos encerrados. También visite la Guinness Storehouse por tercera vez.
Tengo que pedir el ticket anual que me va a salir más barato. Después de eso, quedamos con mis amigos
españoles en Dublín para tomar unas pintas y cenar por ahí. La cena estuvo súper
divertida con concurso artístico de preparación de helados incluido. Después
estuvimos en un pub, y tuvimos que volverlo a cerrar, aunque conseguimos
hacernos con un gorro navideño para mimetizarnos en el ambiente.
De
camino a casa nos sucedió una de las anécdotas del día. Volvíamos por la calle,
bebiendo la última pinta del último pub, destino a coger el taxi a casa. Cuando
estábamos ya cerca de coger el taxi, nos sorprendió la Garda (La policía de aquí)
y os detallo literalmente la breve conversación que mantuvimos.
Garda:
Buenas noches, ¿Sabéis que no está permitido beber alcohol en la calle?
Nosotros:
No, perdón, no lo sabíamos.
G:
¿De donde sois?
N:
De España
G:
Irlanda es muy diferente a España. ¿Dónde vais?
N:
A casa, vamos a coger un taxi hacia dundrum.
G:
Vamos a hacer una cosa. Esconderos esa pinta que lleváis en el abrigo hasta la
parada del Luas, terminaros la pinta allí, y en 6 minutos pasa un Luas. El vaso
guardarlo y así tenéis un regalo bonito.
Dicho,
y hecho. Vaso nuevo para la colección avalado por la Garda! Al llegar a casa,
nos quedamos en el salón resolviendo el mundo, como de costumbre.
El
Domingo fue un día tranquilo. Visita rápida al centro comercial de Dundrum,
comida típica Irlandesa (Irish traditional stew), un paseíto buscando algunos
presentes, y a visitar el mercado de navidad y echar la ultima pinta. Después
de esto, Pablo retorno a su isla y el fin de toco a su fin. Así que brindo por
este fin de semana, una vez más; Slainte!!!
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