Ha pasado mucho tiempo desde que
acabo la liga y el Real Zaragoza bajo a segunda división. La segunda división duele,
y la situación institucional del Zaragoza mas, pero ha tenido que pasar algún tiempo
para que escribiese este breve post que viene rondando por mi cabeza.
El motivo de dejar pasar el
tiempo, no ha sido otro que el querer ver las cosas con perspectiva. 1 año
entero compartiendo momentos de futbol y sensaciones ha ido dejando un pósito
muy bonito en toda la gente que me rodea. La mayoría de ellos cuando escuchan
hablar del Real Zaragoza, esbozan una sonrisa, y se acuerdan de un chaval, al
que han visto, enfadarse, reír, alegrarse e incluso llorar por este equipo. Y
lo hacen con un sentimiento bonito, al igual que me pasa a mí cuando oigo
hablar de sus equipos.
He compartido momentos con seguidores
del Celta, del Depor, del Madrid, del Valencia, del Malaga, de la Real, del
Bilbao o del Atleti. Y de todos ellos tengo maravillosos recuerdos. Mi
tolerancia futbolística se ha vuelto incalculable, y aunque el Real Zaragoza
siempre será el Real Zaragoza, sentarse a ver un partido de futbol ahora si
cabe es un poco más bonito.
Pero hay una historia por encima
de todas que os quiero relatar. Simple, sencilla pero hermosa. En el penúltimo partido
de liga del Betis con el Zaragoza, un aficionado del Betis llamo a su casa sin
saber el resultado. Cuando su padre le dijo que ganaba 4 a 0, triste le
contesto, No jodas! Y su padre le recalco que el que ganaba era el Betis (Que
se jugaba entrar en la Europa League). La respuesta fue antológica: No, es que
un amigo es del Zaragoza.
Y ahora, junten millones, compren
jugadores carísimos, insúltensen entre aficiones, o péguense palizas por el
futbol, pero detrás de todo, siempre aparecen historias como esta, que le
recuerdan a uno porque le gusta el futbol y porque muchos de nosotros decimos
que es un sentimiento.
Me ha encantado este post!!! si señor!!
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