Este país tiene algo. Pese
los problemas para todos los temas burocráticos, la gente es muy simpática
y predispuesta a ayudarte. Exactamente me ha pasado un caso, que tengo que
comentar.
El martes por la noche se me estropeo el móvil irlandés.
Estaba cacharreando con él y la jorobe. Frustración máxima y búsqueda de
soluciones pasaban por mi cabeza a la vez. Para más inri, no tenía el recibo
del móvil. Pongo la música de una banda sonora de Hitchcock para acompañar la situación.
Dispuesto a tener que comprar otro móvil, acudí a mi tienda,
con el móvil viejo y casi sin esperanzas de lograr algo beneficioso. Tras un
rato buscando en las factura apareció mi ticket, al momento me dijeron que me
lo enviaban a reparar y que tardaría unos cuantos días. Ante mi cara de pena,
la mujer me dijo que si lo llevaba yo por la mañana a una tienda cerca de allí
que los tramites se acelerarían. Ante la imposibilidad, de hace nada más, me disponía
a mandarlo a reparar, y si lo arreglaban, sería mi móvil de respaldo. Aun así
tenia que comprar uno nuevo.
Una vez más, la mujer decidió ponerme todo más fácil. Me lo llevaba
ella al día siguiente por la mañana, y con lo que le dijeran en el servicio técnico,
me llamaba. Con este nuevo panorama decidí esperar un día más para cambiar de móvil.
Hoy he recibido la llamada por la tarde. Me ha dicho, que
tras explicarles la situación a los del servicio técnico, han decidido
remplazarme mi terminal por un terminal igual, no sé si nuevo o reparado esta
misa tarde. Casi se me saltan las lágrimas de alegría. Qué bonito es cuando te
ayudan de corazón, pero encima en el extranjero…
Dicho esto, me despido. Mañana no creo que os relate nada, a
no ser que me pase algo emocionante que podría ser. Así que un fuerte abrazo,
hasta mi vuelta de España, que aunque van a ser pocos das, pienso sacar petróleo
a cada segundo…