Pues lo prometido era deuda, y tano Migue como yo habíamos dicho
que no acababa el verano sin que nos diésemos un baño en el mar. Quizás no era
el mejor día, pero era el ultimo día de Verano y una promesa siempre hay que
cumplirla. El día no salió muy caluroso, incluso podríamos decir que fresquito
( 13 Grados ). El agua del mar estaba a otro nivel, heladora es poco…
Pese a estos datos tan aterradores, decir que había más
gente bañándose, y una señora haciéndose largos de una boya a otra. Es posible que
en estos momentos siga haciéndose unos largos…
El viernes con motivo de la noche
de la cultura Irlandesa o noche blanca, hicimos una visita guiada a Dublín en autobús
con el tour Irlanda en Español. La verdad que estuvo muy bien, en mucha parte
gracias a Celedonio, que era nuestro conductor – Guía.
Aprendimos varias cosas acerca de
este país, y la ciudad de Dublín, pero me gustaría contaros 3 de ellas que me
parecieron muy curiosas.
1.Los
colores de la bandera de Irlanda, representa el verde al Catolicismo, el
Naranja a los protestantes y el blanco que lo separa la paz...
2.Donde
vive el presidente, en una habitación hay siempre una bombilla encendida. Esto
es porque Irlanda tradicionalmente ha sido un país emigrador, y esta luz está
encendida en recuerdo de cada uno de ellos. Hay mas Irlandeses fuera de Irlanda
que en la isla
3.La
historia de las puertas de colores. Hay 2 versiones, pero yo me creo más la
segunda que contare.
a.La reina Victoria, la cual no era nada querida
por el pueblo Irlandés, al morir su marido, en señal de luto, ordeno que se
pintasen las puertas de negro. El odio de los irlandeses hizo que las pintasen
de colores.
b.Un irlandés, después de una noche de fiesta, al
llegar a casa encontró a su mujer en la cama con otro. En un ataque de ira, se
los cargo a los dos y se quedo dormido. Al despertarse, se dio cuenta que había
entrado en casa de los vecinos. Por este motivo la gente diferencia las puertas
para evitar confusiones tontas…
Si os gusta ese tipo de
historias, hacérmelo saber, y os intentare contar más…
Después de mi estancia maravillosa de 10 días en mi ciudad
natal, aquí estamos otra vez en mi isla. Hoy simplemente quiero poneros unas
fotos de mi habitación, que hacen que aunque a miles de kilómetros me sienta un
poco mas cerca.
Ha sido un fin de semana espectacular. Si hay que
poner un pero, diremos que habría estado bien tener alguna horita más para
dormir. De cualquier modo, increíble. Muchas Gracias Kimazu y Ratilla, de
verdad que necesitaba algo así.
Voy a intentar plasmar un poquito lo ocurrido día
a día.
El jueves fue el día de la llegada. El día se me
paso rapidísimo con la emoción de la visita. Cuando llegue al aeropuerto, el
vuelo había sido retrasado y tuve que esperar una hora eterna, pero al final
estaban allí. Desde ese momento supe que el fin de semana iba a ser genial. De
camino a casa, hicimos una parada técnica, en frente del puente de O’connel
Street, para tomarnos unas pizzas con nuestras primeras cervezas del viaje.
Retornamos a casa a las 12, dejamos todo en casa, e intentamos tomar una
cerveza por Dundrum. Sorpresivamente encontramos una discoteca, que nos mantuvo
ocupados hasta las 3 de la mañana.
El Viernes, me toco ir a currelar, mientras mis
queridos amigos hacían un poco de turismo por Dublín. Al finalizar la jornada,
estuvimos un rato en casa, echando unos gin tonic, cenando y preparándonos para
una incursión nocturna en Temple Bar. Después de recorrer varios garitos,
acabamos en un Nightclub discotequera. Aquello parecía Vietnam. Al finalizar a
las 3 de la mañana, buscamos empedernidamente un lugar donde continuar la
marcha. En google, habíamos encontrado información acerca de una cosa llamada
Wine Bar, pero mito o realidad, no encontramos nada, y volvimos a casa, que el
sábado había que visitar cósicas… Fue la primera vez que google se rio de
nosotros, pero no la última.
El Sábado
era un dia de visitas obligadas. Primero toco ir a visitar la Guinnes
Storehouse, y después la Jameson Destillery. Lugar donde el maestro Kimazu
obtuvo un diploma oficial como experto catador de Whisky. Después de eso, y
ante la imposibilidad de ver el futbol (Zaragoza - Málaga) en ningún lado, por
culpa de la final de futbol gaélico, vimos el partido en casa. Allí me llamaron
de Aragón Radio, antes y después del partido, para la sección Zaragocistas en
el extranjero. Mi segundo salto a los medios. Acabado el partido fuimos a tomar
unas cervezas con mis amigos Hispano Irlandeses. Sobre las 12 de la noche,
google nos mandó a buscar un bar de música latina. Gracias a mi orientación
llegamos enseguida. El bar estaba en frente del puente Halfpenny, y resulto ser
un bar de lo más típico Irlandés, con música en directo. Dicen que google
dominara el mundo, pero esta vez se nos volvió a reír en la cara. Deprimidos
como estábamos tuvimos seguimos la fiesta hasta que cerraron las calles. Por
supuesto, de camino a casa cogimos unas hamburguesas de 1 euro en McDonalds.
El domingo alquilamos un coche. El destino, Galway
y los acantilados de Moher. A pesar de los contratiempos con el GPS, que primero
nos dirigía hacia Belfast, luego nos dimos cuenta que no cargaba y se estaba
quedando sin batería y al volver por la noche no era capaz de encontrar la
dirección de nuestro apartamento conseguimos nuestro objetivo. Los acantilados
de Moher, son un sitio espectacular. Pasamos más de 3 horas recorriéndolos,
haciendo fotos y disfrutando del paisaje. Además creo que nos salió el mejor
día posible que se puede pedir allí, porque da la impresión de que es imposible
que salga el sol… Antes
de llegar a Galway hicimos una breve parada en el castillo de Dungairey
finalmente pasamos unas horas en Galway, una ciudad que sin ser
espectacular, tiene un encanto especial. Además es ciudad universitaria, y se
ve un ambiente que daban ganas de salir de fiesta. Por cierto hize un gran
descubrimiento, una cerveza llamada Caledonia Smooth. Cuando conseguimos llegar
a casa, intentamos tomar la última, pero en domingo ya fue imposible encontrar
nada abierto a las 12.30 de la madrugada.
Con esto acabo esta visita, que se volvió hacia
Espana el Lunes, sin ningún imprevisto. Muchas anécdotas que se quedan en el
tintero, muchas risas, y muchos ratos buenos que quedaran para siempre en mi
corazón.
Y para finalizar una canción que marcara el
devenir de nuestras vidas y que con el tiempo bailaremos juntos en una
coreografía sincronizada, Ratilla, Kimazu y yo. ¿Dónde? Tal vez sea en Romareda
‘el encuentro’ o en Escocia. Quien sabe…