Ha sido un fin de semana espectacular. Si hay que
poner un pero, diremos que habría estado bien tener alguna horita más para
dormir. De cualquier modo, increíble. Muchas Gracias Kimazu y Ratilla, de
verdad que necesitaba algo así.
Voy a intentar plasmar un poquito lo ocurrido día
a día.
El jueves fue el día de la llegada. El día se me
paso rapidísimo con la emoción de la visita. Cuando llegue al aeropuerto, el
vuelo había sido retrasado y tuve que esperar una hora eterna, pero al final
estaban allí. Desde ese momento supe que el fin de semana iba a ser genial. De
camino a casa, hicimos una parada técnica, en frente del puente de O’connel
Street, para tomarnos unas pizzas con nuestras primeras cervezas del viaje.
Retornamos a casa a las 12, dejamos todo en casa, e intentamos tomar una
cerveza por Dundrum. Sorpresivamente encontramos una discoteca, que nos mantuvo
ocupados hasta las 3 de la mañana.
El Viernes, me toco ir a currelar, mientras mis
queridos amigos hacían un poco de turismo por Dublín. Al finalizar la jornada,
estuvimos un rato en casa, echando unos gin tonic, cenando y preparándonos para
una incursión nocturna en Temple Bar. Después de recorrer varios garitos,
acabamos en un Nightclub discotequera. Aquello parecía Vietnam. Al finalizar a
las 3 de la mañana, buscamos empedernidamente un lugar donde continuar la
marcha. En google, habíamos encontrado información acerca de una cosa llamada
Wine Bar, pero mito o realidad, no encontramos nada, y volvimos a casa, que el
sábado había que visitar cósicas… Fue la primera vez que google se rio de
nosotros, pero no la última.
El Sábado
era un dia de visitas obligadas. Primero toco ir a visitar la Guinnes
Storehouse, y después la Jameson Destillery. Lugar donde el maestro Kimazu
obtuvo un diploma oficial como experto catador de Whisky. Después de eso, y
ante la imposibilidad de ver el futbol (Zaragoza - Málaga) en ningún lado, por
culpa de la final de futbol gaélico, vimos el partido en casa. Allí me llamaron
de Aragón Radio, antes y después del partido, para la sección Zaragocistas en
el extranjero. Mi segundo salto a los medios. Acabado el partido fuimos a tomar
unas cervezas con mis amigos Hispano Irlandeses. Sobre las 12 de la noche,
google nos mandó a buscar un bar de música latina. Gracias a mi orientación
llegamos enseguida. El bar estaba en frente del puente Halfpenny, y resulto ser
un bar de lo más típico Irlandés, con música en directo. Dicen que google
dominara el mundo, pero esta vez se nos volvió a reír en la cara. Deprimidos
como estábamos tuvimos seguimos la fiesta hasta que cerraron las calles. Por
supuesto, de camino a casa cogimos unas hamburguesas de 1 euro en McDonalds.
El domingo alquilamos un coche. El destino, Galway
y los acantilados de Moher. A pesar de los contratiempos con el GPS, que primero
nos dirigía hacia Belfast, luego nos dimos cuenta que no cargaba y se estaba
quedando sin batería y al volver por la noche no era capaz de encontrar la
dirección de nuestro apartamento conseguimos nuestro objetivo. Los acantilados
de Moher, son un sitio espectacular. Pasamos más de 3 horas recorriéndolos,
haciendo fotos y disfrutando del paisaje. Además creo que nos salió el mejor
día posible que se puede pedir allí, porque da la impresión de que es imposible
que salga el sol… Antes
de llegar a Galway hicimos una breve parada en el castillo de Dungairey
finalmente pasamos unas horas en Galway, una ciudad que sin ser
espectacular, tiene un encanto especial. Además es ciudad universitaria, y se
ve un ambiente que daban ganas de salir de fiesta. Por cierto hize un gran
descubrimiento, una cerveza llamada Caledonia Smooth. Cuando conseguimos llegar
a casa, intentamos tomar la última, pero en domingo ya fue imposible encontrar
nada abierto a las 12.30 de la madrugada.
Con esto acabo esta visita, que se volvió hacia
Espana el Lunes, sin ningún imprevisto. Muchas anécdotas que se quedan en el
tintero, muchas risas, y muchos ratos buenos que quedaran para siempre en mi
corazón.
Y para finalizar una canción que marcara el
devenir de nuestras vidas y que con el tiempo bailaremos juntos en una
coreografía sincronizada, Ratilla, Kimazu y yo. ¿Dónde? Tal vez sea en Romareda
‘el encuentro’ o en Escocia. Quien sabe…
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